Enfrentándonos
a la adolescencia
Existir
significa, potencialmente, construir proyectos en los que el hombre despliega sus
aptitudes y recursos. Anticipa un
futuro en el que la meta de la
autorrealización despierta y sostiene ese despliegue.
Dichos
proyectos giran de modo especialmente destacado en torno de dos grandes
cuestiones, el amor y el trabajo.
Para
que el hombre pueda construir su
proyecto de vida, debe
cumplir con ciertas condiciones básicas, de tal suerte que asegure la
conservación y el desarrollo de sus
potencialidades. Esas condiciones surgen de la interacción
hombre-mundo.
Este
trabajo intentará comprender la temática desde una mirada sistémica que integre
la unidad estructural persona-contexto. De lo
contrario nos parcializaríamos y correríamos el riesgo de disociar
aquello que se da como totalidad.
El otro
parámetro utilizado para el análisis ha sido el
considerar el proyecto de vida como "construcción",
es decir, el proyecto no sería algo dado o recibido como transmisión o herencia en un individuo pasivo en la
recepción, sino que resultaría más conveniente comprenderlo como el ir
siendo el hombre en su ser
El
análisis del modo en que los proyectos de vida van siendo construidos, así como
la consideración de los rasgos fundamentales de las variaciones en tal
estructuración, dará lugar a una clasificación de tipos de proyectos vitales.
A
continuación, se presentan los aspectos a considerar y los pasos a seguir, en
la estructuración de un proyecto de vida
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